domingo, 21 de octubre de 2012

Retorno a casa






La ruta de retorno a CASA, la FUENTE PRIMORDIAL de donde procedemos, requiere al alma en transito por este mundo aprender a cabalidad las lecciones que envuelve la tridimensionalidad. Entrar al tiempo de la Tierra representa dar cabida al momento ocurrente. Vivenciar a cabalidad las lecciones que envuelve.

La función a desempeñar por el individuo es SER quien realmente se ES. Sentir, percibir los sonidos, la música de la naturaleza. Apreciar la belleza del paisaje que le rodea. Disfrutar de la compañía de individuos afines a el o ella. Dejar que el amor incondicional, la aceptación, la tolerancia y la armonía reinen en su vida.



Ámate incondicionalmente introduciendo en tu vida todo aquello que precises para ser feliz. La felicidad se vive instante tras instante, momento tras momento. Un instante de felicidad, disfrutado a plenitud es Luz de Amor para tu vida. ¡Sé genuinamente tu! ¡Vive instante tras instante, momento tras momento!



La Verdad trae felicidad. Al vivir tu verdad serás feliz por el simple hecho de ser quien realmente eres. ¡Déjate fluir en tu verdad. Sé realmente tu. Llena la lámpara del aceite vivo que eres con la pureza de tu amor. Date la felicidad de amar sin esperar ser amado. De amar y ser amado. Da y recibe amor y serás genuinamente tu.



Precisas sanar tu cuerpo emocional, limpiarlo de emociones negativas, de dolores y resentimientos. Desasociarte de todo lo que te perturba, atemoriza y enfurece, obstaculiza o frustra tu urgencia de ser genuinamente tu.



Facilita esa desasociacion viviendo a plenitud cada uno de tus momentos, tu presente que no pasa. Todo sucede en el eterno presente. Deja atrás lo que ocurrió. Ya paso. No te preocupes por lo que pueda suceder en el futuro. Aun no llega. Ocúpate de vivir tu presente, intensamente, disfrutándolo al máximo. El eterno presente es el regalo más precioso que nos ha dado Dios/Padre/Madre. ¡Vivir en presente es disfrutar aquí/ahora el regalo de la eternidad!



Se como una hoja nueva, un pergamino en blanco, instante tras instante, momento tras momento. Deja que la Luz Magnética del Amor te atraiga sin oponer resistencia alguna a los cambios que esto representa. Suelta y deja todo lo que no eres para ser. Suelta las cargas de resentimiento y dolor que llevas a cuestas.



Despégate de aquello que te ata, que te limita, que te impide fluir libremente en la corriente armónica de la vida. Desasociate del miedo, del no poder, de las bajas pasiones. Hacerlo te facilitara reorientarte en la vida fácil y naturalmente. Reconsiderar tu origen y tu destino. Redescubrir tu lugar como parte integral del UNO. Ocupar conscientemente tu lugar en la escala evolutiva.



Al reorientar tu consciencia de ser reconocerás y aceptaras tu relación con el cosmos. Serás capaz de sentir tu relación con el movimiento primordial de la vida y danzar fluida y libremente al ritmo de la Danza Cósmica.



Al sentir, pensar y actuar desde el centro nuclear de tu corazón solar descansaras en la certeza de que la Presencia de Dios te guía. Esto te da el valor y la capacidad necesaria para sobrepasar el temor y la sensación de soledad que debes enfrentar en este plano tridimensional.



El transito por este mundo Tierra conlleva la repolarizacion de la Energía/Vida. Ella es el Portal de los Pares Espejos. Sin embargo, el principio de la dualidad te hace verlos como pares opuestos. Aquí/ahora eres espíritu y materia. Tienes que volar y necesitas dos alas para ello. Por tanto los dos que son uno han de reencontrarse conscientemente. Vuelven a ser Unidad Esencial. ¡Pájaro en vuelo!



Al reconocer tu verdadera identidad pasas de la dependencia consciente a la interdependencia consciente. Interdependencia es el nivel de consciencia que alcanza un individuo que se hace responsable de sí mismo y actúa por sí mismo. La dependencia es el nivel de conciencia del ser humano que requiere constante ayuda y dirección de otros para actuar.



Cuando te estableces firmemente en la consciencia de la independencia estas listo para la interdependencia. Este es el nivel en que dos o más individuos independientes se unen desde su integridad formando un equipo, ya sea como familia, pareja, amigos, socios o compañeros de viaje, reteniendo su sentido de integridad cuando están solos.



La unidad se manifiesta cuando dos individuos dejan de ser pares opuestos para convertirse en una. La unidad es un nivel mucho mas elevado que la interdependencia. La unidad exige que reconcilies los aparentes pares opuestos. Requiere que entres en una relación muy intima, y que desde luego, cada uno de los participantes en la experiencia de unicidad regrese a su nivel de integridad. El nivel de intimidad puede ocurrir mentalmente cuando te unes a otros en una idea, en un sueño o interés común o físicamente cuando haces el amor.



El espacio ideal a ocupar por cada individuo es el 40% del espacio total. Así cada uno de ellos tiene un área de un 10% que le permite jugar con las distintas formas de enfrentar la vida que tienen uno y otro miembro de dicha unidad.



El reencuentro en ese tramo de la ruta hacia la eternidad con tu par espejo, ese ser que tu llamas tu otra mitad o alma gemela, demanda vaciar la mente de ilusiones hasta que tu corazón solar te devore para silenciarte. En el instante en que silenciosamente desnudes tu alma ante la Presencia de Dios, su inmensa paz te llenara plenamente de AMOR.



Nos perdemos en la Tierra remontando el vuelo al séptimo de los cielos. Atravesamos el Fuego Sagrado de la vida terrena en alas del amor. Al recobrar nuestra inocente santidad, el niño/niña puro que somos, siendo uno, vuela de retorno a la Casa de Vida de donde procedemos. Nuestro Espíritu Uno se regocija y la galaxia en que moramos siente nuestra Presencia/Esencia unificada.



Conocemos, por haberlo vivido, un nuevo sentido de inclusión. ¡Hemos aprendido a repolarizarnos y a volar alto! Al vernos reflejados en nuestro propio par espejo conocimos los colores astrales, los símbolos, los sonidos que envuelve la repolarizacion. Ya sabemos lo que sienten los ángeles al volar porque volamos. Mas debemos regresar al plano tridimensional, al mundo de las gentes.



El regreso al plano tridimensional requiere un valor indomable puesto que el estado de gracia que disfrutamos al volar es tan maravilloso que preferiríamos no volver a este mundo. Debemos volver a cubrir nuestros ojos espirituales para que el resplandor del AMOR no nos ciegue. Taponar nuestros oídos espirituales para que el cántico de los ángeles no nos enajene de nuestra realidad multidimensional. Sellar nuestros labios y dejar de saborear la ambrosía de los dioses. ¡Tenemos que retornar a la Tierra para concluir nuestra tarea! Dejarla inconclusa seria lanzar por la borda lo ganado con tantos esfuerzos.



El retorno a nuestra humanidad tiene un precio sumamente elevado a pagar de inmediato. Al volver a ser humanos olvidamos. Afortunadamente nuestra vieja amiga, la desilusión, acude en nuestro auxilio, refrenando nuestra caída, forzándonos a detener el descenso. Obligándonos a mirar nuevamente hacia dentro. Solo al reencontrarnos, reintegrándonos como individuos volveremos a volar libremente por el camino del medio.



El alma se expresa mediante emociones y sentimientos. Los sentimientos son manifestaciones inmediatas del juzgar los valores a niveles instintivos, orgánicos y emocionales. Nuestra mente conoce la verdad de nuestras emociones y sentimientos. Vivenciar las lecciones de vida que encierra la tercera dimensión vestirse de luz conscientemente. Esto conlleva reconsiderar nuestros valores y sentimientos. Reconsiderar lo que representa oportunidades de crecimiento y lo que es potencialmente destructivo para nosotros y para otros.



El amor es el mas grandioso y elevado de los sentimientos. La atracción y repulsión, la felicidad y la infelicidad, etc., resultan valores de juicio con relación a los requisitos de nuestro cuerpo físico, alma, sentido cultural y moral de participación en la sociedad.



Con cada motivación los valores y sentimientos, culturales o morales van adquiriendo nuevas significaciones y propósitos más elevados al reevaluarlos. Descartamos los valores inútiles, obsoletos, gastados, ya sean culturales, éticos o religiosos para dar paso a nuevos y mayores valores.



Al recordar la realidad de nuestra identidad y destino cósmico nos recreamos conscientemente. No destruimos el templo sino que lo purificamos al electrificar, con la asertividad del AMOR, nuestros sentimientos, pensamientos y emociones. Renovamos ideas y conceptos al igual que emociones y sentimientos porque nuestras percepciones de la vida UNA van cambiando al comprender que la mente, el corazón y la conciencia de ser son agencias para la organización y liberación de nuestros poderes inherentes.



Trabajamos entonces con nuestro cuerpo o vehículo de luz. Semilla solar centrada en la radiación de amor de nuestro corazón. La comprensión basada en nuestros valores primordiales, al electrificar nuestros sentimientos, resuena en armonía con lo que precisamos entender para retornar a la Fuente de la Vida de donde procedemos.



Nuestros sentimientos, electrificados por los movimientos de la Energía AMOR, construyen un resonador espiritual tejido con la substancia de la Luz Solar. Este viene a ser como un radar que nos advierte de aquello que se nos aproxima, facilitándonos evaluarlo dentro de nuevos marcos de referencia. Este resonador espiritual es en verdad la armadura de luz que viste el guerrero del Arco Iris.



A medida que nuestra armadura de luz se refina y se fortalece, el magnetismo de nuestra individualidad se altera. Resplandecemos con una luz nueva, distinta, que se magnifica según vamos incrementando el voltaje eléctrico de nuestros sentimientos.



Cada acción consciente nuestra va disipando gradualmente las nubes de nuestra mente propiciando nuevos ajustes, fortaleciéndonos espiritualmente a medida que escribimos en con letras de oro en el LIBRO DE LA VIDA.



Transitar por la vida terrena requiere a nuestra individualidad experimentar una metamorfosis en sí misma, una reconversión. Requiere olvidar las palabras para, en la profundidad del silencio, escuchar nuestros sentimientos, nuestros pensamientos. Escuchar la vocecita tenue de nuestra experiencia.



Esto nos permite convivir en sociedad para servirle, mas no para vivir con ella. Nuestra función como el ser estelar que realmente ES nos lleva a plantar las bases ideológicas para una nueva sociedad. Para el establecimiento de la verdadera cultura espiritual de la nueva raza solar terrestre.



Lo que llamamos reconversión es la transformación de una producción estética a un producto integrado de ingeniería genética. Esto conlleva la transformación de los poderes creativos del espíritu en el silencio entonado de nuestro corazón solar. Únicamente así creamos, co-creamos y recreamos ideas, símbolos arquetípicos o formas de poder capaces de inspirar, mover y guiar a una nueva civilización.



La practica del silencio requiere la sincronía de nuestros cuerpos sutiles, aquietar nuestras emociones, sentimientos y pensamientos para penetrar hasta el centro nuclear de nuestro corazón solar. En ese vacío que lo es todo y que no es nada nos desnudamos de nuestra personalidad humana para vivir nuestra identidad espiritual.



Quienes practican el silencio de su mente y corazón se liberan de sus antiguas creencias sociales, culturales o religiosas. El individuo que logra la reconversión de su personalidad terrena y la utiliza como instrumento del espíritu pasa a formar parte de la Hermandad Alada de la Luz del Amor. Entonces... entonces... pasa a ocuparse conscientemente de los negocios de Dios/Padre/Madre.



Experimentar las lecciones de vida de este mundo viene a significar la incorporación consciente del individuo que vivencia la experiencia al plano tridimensional en que reside. Mediante la exclusión, las mal creaciones ilusorias que el ego individual y colectivo le llevo a percibir como realidades, cada cual define las diferencias de otras formas de expresión de vida. La personalidad del individuo parece poseer continuidad e identidad. El ego viene a ser el factor estructural de la personalidad que corresponde a lo heredado y al medio ambiente.



YO SOY es una realidad permanente del espíritu en contraste con las complejidades ilusorias del ego. En contraste con las fluctuaciones de los estados anímicos, deseos, expectativas del ser humano. Al entrar en sincronía con el plano material y utilizar la materia como trampolín para catapultarse hacia adelante en la escala evolutiva, al hacerse conscientemente Uno con la Creación, deja atrás la exclusividad para participar de la inclusividad de la vida. La maestría adquirida en el manejo de las ilusiones mundanas lo capacita para saltar cuánticamente a un espiral superior de Vida.



La vida en la materia densa de este plano tridimensional requiere que el individuo dinamice su Energía/Amor. Se revolucione energéticamente. Transfigure sus pensamientos fundiéndolos en la Fe, llevándolos a resonar en armonía con la Mente Universal.



El poder del pensamiento/luz y el poder creativo se activan en el individuo que ha sentido en sí mismo y vivido la realidad de la semilla de Dios/Padre/Madre. Ambos poderes se activan cuando vivenciamos el proceso de la transfiguración de nuestras formas pensantes.



Dicho proceso resulta profundamente perturbador por las connotaciones destructivas que envuelve. El mismo no solo destruye las estructuras egoicas sino que reta los privilegios socioeconómicos y culturales que disfrutamos, forzándonos a liberarnos de convencionalismos, adoctrinaciones y acondicionamientos para vivir en la Gracia y de la Gracia de Dios.



Cuando el individuo en transito hacia la Fuente de su origen primordial experimenta, consciente y deliberadamente, en este mundo Tierra la crucifixión, muere para la humanidad común. Su crucifixión implica el descenso consciente al infierno que representa encarnar múltiples veces en este tiempo planetario. Demanda que encuentre, asimile y bendiga la inconsciencia colectiva de la raza humana y de la civilización de que emergió. Su redención no esta completa hasta que no descienda hasta el fondo, hasta lo mas profundo de su naturaleza humana y de la memoria colectiva de la humanidad. Este es el precio a pagar por su inmortalidad.



Es preciso enfrentar los demonios mal creados por el sentir, pensar y hacer equivocado individual y colectivo de sus congéneres. Le es necesario tener la suficiente fortaleza de animo para retener su conexión consciente con la estrella que realmente es.



La perdida aparente de la consciencia individual de la persona que desciende al infierno sucede porque el proceso conlleva la desintegración inconsciente de la separatividad del ser. Durante el descenso al infierno la oscuridad borra todas las estrellas del cielo. Mas cuando la Divina Presencia de Dios permanece vibrante en el individuo cuya consciencia se encuentra temporalmente sumergida en la oscuridad actúa como núcleo central de un nuevo cuerpo o vehículo de luz Kristica.



Entonces... el iniciado en los misterios de la vida, de la sexualidad y la muerte RESUCITA. Se levanta de entre los muertos en la vida tridimensional, invalidando para siempre su sujeción al tiempo planetario de la Tierra.



El manejo consciente del Fuego que arde en nuestro centro corazón nuclear nos obliga literalmente a ser quienes verdaderamente somos. A demostrarlo con nuestras acciones, productos de nuestros sentimientos/pensamientos. A caminar sobre el filo de la navaja para reganar el poder de manejar correctamente el torrente energético de vida que fluye y refluye en su interior.



La revelación que envuelve su poder se presenta de súbito, de improviso, cuando menos lo espera. Tan repentinamente como un relámpago en la noche o una luz que se enciende en la oscuridad forzándonos a ver lo que no hemos querido o podido ver hasta entonces. Esto nos lleva a sincronizar nuestros cuerpos inferiores y superiores para fluir en armonía con la Totalidad de la Existencia. Transmutar nuestra forma de pensar, ver y sentir la vida. La canalización correcta de dicha corriente energética nos llena de alegría de vivir. Enciende el Poder del Arco Iris en cada uno de nosotros.



La transfiguración de nuestros sentimientos/pensamientos los plena de Luz Divina. Opera como el poder universal que nos llena por completo de luz. Es un estado de ser donde el chisporrotear del fuego sagrado que arde en el templo purificado de la semilla de Dios/Padre /Madre resuena en perfecta armonía con el chisporrotear del Fuego Sagrado del Creador/Creación.



Nuestra realización nos requiere mantener encendido en nuestro corazón el Poder del Amor, el Poder de la Luz/Sabiduría y el Poder de la Voluntad Espiritual. Demostrar que somos herederos legítimos de la redención. Para ello el sanador guerrero debe morir a lo colectivo, a lo tradicional.



Las clases privilegiadas socioeconómicamente repudian al individuo que logra transfigurar su forma de pensar y ver la vida como es por considerarlo un peligro para la sociedad. En la mayoría de los casos sus familiares y conocidos lo llaman loco o loca volviéndole la espalda por no comprender los procesos que vivencia.



La sociedad le hace objeto de burlas y escarnios porque se atreve a vivir lo que muchos quisieran vivir y no se atreven. Porque regala amor a manos llenas, porque deja ir a quienes ama, porque abre puertas a otros, revela, comparte, libera. Porque se arriesga a vivir su vida a plenitud.



Porque ha roto con todos los esquemas impuestos por el ego colectivo para vivir de acuerdo a las Leyes Universales precipitando el futuro en su presente envolvente. Porque ha hecho suyo el sueño de vivir en paz. La luz del espíritu que es, gana su inmortalidad gracias a los Judas que le salen al paso. A los que, traicionándose a ellos mismos, emiten contra el o ella juicio de condenación. A los que han creído o creen que lo delatan ante la sociedad, destruyendo su lugar seguro en la misma.El encuentro con su adversario viene a ser realmente el encuentro con su libertador.



Los elementos resistentes a la reconversión de la personalidad del guerrero que vivencia la experiencia de la crucifixión, son destruidos por su adversario. Al destruirlos lo libera. Al romper las cadenas que lo sujetaban a la Tierra, el Poder de su Amor, el Poder de su Luz/Sabidurías y el Gran Poder de su Voluntad Espiritual llevan al individuo a sobrepasar el miedo y la inseguridad producto de los convencionalismos y barreras inhibitorias impuestas por la sociedad. En edad solar, en la plenitud de su estado de Gracia, se remonta a las alturas espirituales para vivir conscientemente su libertad.



La transubstancion es el proceso a hacer florecer la rosa sobre la cruz de la materia. Conlleva el encuentro con la neblina de lo desconocido o lo que erróneamente el individuo creyó conocer. La seguridad física y psicológica cesan de existir para el. Las brumas de ese tramo de la vía le impiden materializar su experiencia espiritual. Su conocimiento espiritual se pierde entre la niebla de lo desconocido. El temor que parecía vencido lo asalta nuevamente, paralizándolo.



Lo que era su realidad, su apoyo, su guía, su motivación de continuar adelante ha quedado atrás, prendido en un misterio incomprensible. Para florecer es menester confiar totalmente en la Presencia de Dios. Únicamente el dejarse guiar por su maestro interno desde el centro nuclear de su corazón puede ayudarlo a salvar ese tramo. Siente que alguien le ha vendado sus ojos espirituales y que la cuerda floja por la que transita se agita con violencia bajo sus pies sangrantes. No sabe que pensar, decir o hacer.



Su sombra lo persigue implacable murmurando palabras inteligibles a su oído. Siente que el frío de la niebla lo rodea, lo envuelve por completo. Si cae sus valores espirituales se perderán. Su misión quedara inconclusa. Respirar es vivir y no se atreve hacerlo por creer que se intoxica. Una ilusión mas a vencer. Mas se sabe y se siente vida. ¡ES VIDA! ¡VIDA ETERNA! Haciendo un esfuerzo sobrehumano logra acallar sus emociones/sentimientos/pensamientos. ¡Corre el riesgo! ¡Respira! Entonces capta el sonido solar.



¡Se orienta por el sonido solar que emite el Centro Nuclear de su Corazón! Respira y se nutre de la substancia del Espíritu de Dios, de Su Divina Gracia. La flor que realmente ES se abre a la vida. La ROSA ha florecido sobre la CRUZ. Vive en Dios. Vive a Dios. ES Dios. Ha probado que ser lo que ES. Por tanto se atreve declarar conscientemente ¡YO SOY EL QUE YO SOY!



Su absoluta confianza en la Presencia de Dios lo compensa. Y se equilibra con la Totalidad de la Existencia. Su espíritu crea la solución a sus necesidades. Como ser humano y divino sabe y siente, ES parte de ese UNO que es TODO. ¡Floreciente participa en la Divina Eucaristía! ¡Comulga con Dios! Entonces, el aroma delicado de la flor que ES manifiesta su verdad en cada una de sus acciones.



Mas el transito del alma por el tiempo de la Tierra requiere que el individuo conozca, comprenda y utilice los secretos de la LUNA para lograrlo. Nacer y morir es una misma cosa. Sabemos como se gesta la vida humana y como concluye transformando ese aparente final en un nuevo y mayor comienzo.



Somos seres espirituales viviendo un proceso humanal. Final no significa terminación, cesación o aniquilación. La muerte biológica viene a ser el final de un ciclo de existencia. Mas... no somos un cuerpo físico. Tenemos y utilizamos un cuerpo físico que viene a ser nuestro uniforme de ser humano. Al dormir morimos como individuos para vivir en otros niveles de expresión dinámica. Al despertar nos reincorporamos a la tridimensionalidad y perseguimos nuestras tareas habituales.



El proceso metamorfósico del alma por la tridimensionalidad comprende la resurrección del individuo que vivencia la experiencia. Este proceso conlleva la reordenación de los elementos ideo-espirituales dinámicos de su individualidad kristificada. La Luz es energía y sustancia. Mas que eso, la Luz es, esencialmente, la expresión de su acción espectral.



La resurrección es la acción espectral del espíritu ideo-plasmaticamente. O sea, en la forma espectral de la idea divina y propósito de la acción. El que resucita a la vida del espíritu ha hecho de su final un comienzo: un principio sin final en la Luz del Amor. La eternidad de su acción espectral le confiere el poder de hacer cada final conscientemente significativo el comienzo de un ciclo espiralino mayor.



El individuo que ha resucitado espiritualmente ha reganado completamente el poder de su divina herencia como hijo o hija de Dios/Padre/Madre. Ha transfigurado la forma de sus patrones de pensamiento. Atravesado las cruentas pruebas de la crucifixión al aceptar su responsabilidad de iluminarse espiritualmente y servir de antorcha para la humanidad.



Por eso es capaz de condensar la substancialidad de la energía de la vida en su cuerpo en su cuerpo rekristalizado subatómicas y atómicamente para dejar sentir la acción espectral de su presencia entre la humanidad de la que emergió triunfante.



Alumbrar conscientemente conlleva la demostración del alcance de la maestría del individuo sobre si mismo y sobre las ilusiones del ego colectivo de la humanidad terrena. Conlleva la aplicación de la MAGIA KRISTAL. El Maestro o Maestra Kristal, versado en su manejo, aplica sus poderes para ascender a los planos superiores de expresión del ser.



El Kristos que ES, luciendo en su pecho la Estrella de la Libertad, se alista a volar hacia la cumbre de su realización. El alma que cual oruga transitaba por el Tiempo Planetario de la Tierra se ha transformado en mariposa. El ser kristalino que ES brilla en todo su esplendor. Se dispone a cruzar el PORTAL TRECE. El Kristos ha de cruzar el Arco Iris que sirve de puente entre dos espirales de vida. ¡Ha alcanzado la Maestría Solar! ¡El guerrero del Arco Iris transmutado en LUZ CÓSMICA es libre para volar al Sol Espiritual!


                                                                                                                                          Sally Barbosa

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