Como todos nosotros sabemos, lo que vemos los humanos cuando estamos en un cuerpo, no es lo que ven los otros animales, otros mamíferos. Ciertamente, lo que ve un pez no tiene nada que ver con lo que ve una mirada humana. Las emociones están ligadas de manera quizá más potente, a lo que se ve. Y lo que se ve y lo que imprime el ojo, la retina, está ligado directamente a una imagen, imagen que es un estímulo. Un cazador que percibía o sentía un bisonte, podía en ese momento, precisar tanto una localización como un espacio, como una dirección en relación a lo que se veía.
Sea como sea, la imagen de la visión solo es una reconstitución, que corresponde a una serie de palabras, que evocan a la vez una emoción y un contenido. El bisonte es lo que vamos a comer, lo que evita tener hambre, permite abrigarse, dar fuego con su grasa. El ojo es pues, impresionable y el ojo va a reaccionar a la imagen. Hay que comprender que la imagen es una proyección, sea la imagen que sea. Todo lo que se ve con los ojos se ve por supuesto, en el exterior. Incluso lo que se ve en el 3er ojo, se ve necesariamente fuera. Lo que es muy diferente de lo que desarrollaré un poco después, sobre la Visión Etérica y la Visión del Corazón.
Entonces, la visión, la imagen, nos va a llevar a mecanismos muy lógicos de atracción (la mirada es atraída), los mecanismos de rechazo también, sin que pueda ser explicado ante tal persona, ante tal imagen. Por supuesto solo está la imagen. Entran en consideración muchas cosas, ligadas a los sentidos y también a otras cosas más sutiles e invisibles. Pero la imagen es también un elemento que se puede comprender más allá del lenguaje. Porque ciertamente, en la misma lengua, la misma imagen genera la misma palabra. Aunque esa palabra tenga una connotación profundamente diferente para cada uno, el hecho de pronunciar la palabra silla, aunque cada cual puede ver una silla totalmente diferente, el hecho de ver un objeto, nombrarlo, convendréis que es una identificación.
La identificación del exterior (a través de un objeto o lo que sea) se hace preferentemente, por esa imagen. Por supuesto como decía, las imágenes percibidas por otros reinos de la naturaleza no tienen nada que ver con lo que percibe el humano.
La visión, la imagen, está de alguna forma adaptada a la función, inscrita en el programa de vida yo diría, del humano.
El águila por ejemplo, no tiene la visión del hombre y su visión le permite detectar un movimiento muy lejano. Tiene una visión ampliada, una visión panorámica en que el movimiento, o la diferencia de colores van a tomar un relieve particular. Quizá sabéis que es posible viajar en un animal, tomar prestado el cuerpo de un animal. Han existido en mi pueblo y en muchos pueblos primitivos, los medios de transportar la Conciencia y vivir la Conciencia en otro cuerpo. Aquellos que han vivido estas experiencias, saben muy bien que la visión de un águila no tiene nada que ver con la visión del hombre. Y esta visión está siempre coloreada por las necesidades del programa de vida, facilitando un proceso que adapta la vista al programa de vida.
Por lo tanto es muy lógico comprender que, lo que se ha visto, las imágenes que se ven, van a programar en su momento, algunas cosas en el ser humano. Porque contrariamente a los animales que tienen un programa de vida que deriva de su propia función, el ser humano tiene la posibilidad de dirigir su mirada, su visión, sobre cosas que pueden ser totalmente diferentes de las que enfoca otro humano. Sin contar los medios que tenéis a vuestra disposición para desarrollar las imágenes e ir mucho más allá de lo que puede ver un ojo normalmente, en su entorno. De alguna forma, hoy el humano tiene la posibilidad de ver lo que no vería sin la tecnología. Pero todo lo que se muestra por esta tecnología está siempre en la mirada y de acuerdo con la imagen que percibe el ojo: nadie tendría la idea de mostrar algo que no puede ser reconocido por el ojo. En todo caso, existe una convención en esas imágenes reproducidas, dándoos a ver lo que no puede ser visto por el ojo, habitualmente. Y esto se extiende a todos los dominios. Y no únicamente sobre lo que está sobre la Tierra, sino también lo que la ciencia puede observar más allá de la Tierra, lo que el ojo humano no podrá jamás observar.
El hombre, al contrario que el animal, está apto para elegir lo que va a mirar. Es libre de llevar su mirada ahí donde es atraído, ahí donde encuentra, no necesariamente una utilidad de vida, sino también adonde se puede estimular y elevar a veces su alma, como por ejemplo observar, contemplar una obra de arte (de igual forma que, repito una vez más, es posible con la música). El ojo es el sentido que está más ligado a la conciencia. Y es también el sentido que es más fácilmente alterable. Yo entiendo por alterable que puede existir una forma de seducción (que no va en el sentido de la seducción habitual como por ejemplo, mirando a un ser amado o un plato que se va a comer, o sino una obra de arte) que puede transformar la conciencia del hombre y llevarlo a asociarse a cosas que no estaban en su cabeza antes. Todo esto es lo que durante mi vida, yo habría llamado del hombre blanco, pero hoy, la casi totalidad de la humanidad lo ha utilizado de manera muy importante. Y ciertas invenciones ligadas a las imágenes, han tomado un lugar cada vez más importante en la vida del ser humano, subyugándole y llevándole a vivir un programa que no era necesariamente el suyo, un programa que era necesariamente eso por lo que el ojo ha sido formado y creado en este mundo.
Todo esto va a provocar modificaciones en el hombre. Obviamente, podéis ir a mirar imágenes, en lo que vosotros llamáis cine, tanto para tener miedo como para ver bellas imágenes, o ver algo que os interesa. Pero la imagen no sirve más que para esto. La imagen que podéis ver por todas partes en este mundo hoy, no está destinada más que a una sola cosa y solo a una: involucraros aun más en la atracción hacia este mundo, en detrimento de otros Mundos. Y se puede decir que en un siglo, esas imágenes han jugado perfectamente su rol y cumplido su misión, que era pues empujar al humano hacia más emoción, más atracción a este mundo mismo, por ese principio de seducción y de placer. El ser humano hoy, está cada vez más condicionado por la imagen. Esta imagen por cierto, (que se busca incluso en la conciencia y en la evolución, la transformación de la conciencia y que está omnipresente en lo que denomináis una búsqueda espiritual), haciéndoos proyectaros al exterior (en la capacidad de ver por el 3erojo, y no ya por los ojos) visualizar, imaginar, crear, de alguna forma, imágenes que os atraen hacia el objeto de vuestra búsqueda. Todo esto dando al hombre el sentimiento de progresar, desde el momento en que sobre la pantalla de sus ojos cerrados, aparecen las imágenes que están en relación con lo que el hombre busca en su investigación. Existe incluso en los pueblos primitivos un proceso llamado la búsqueda de la visión (sea en los sueños o de manera consciente, o con sustancias que permiten recrear algo, en imagen), para vivir la experiencia de esta imagen y eventualmente, modificar un equilibrio de la conciencia.
La visión es por lo tanto una percepción (sea la belleza y la intensidad de lo que se ve y lo que se manifiesta) a través de la imagen: de alguna forma una pantalla, en todos los sentidos del término (y esa palabra ya se ha empleado). La imagen es una pantalla que impide la percepción directa. Como sabéis, por mi nombre, la visión de los ojos era imposible para mí. ¿Es que por eso yo no veía? ¿Es que por eso yo no captaba mucho más ampliamente que la imagen y que la pantalla, los mecanismos de la vida?
Hoy en este mundo, hay que hablar de dos cosas. Primero lo que se ha llamado la Visión Etérica, es decir la visión que permite ver con los ojos abiertos, más allá de la frecuencia habitual. La acción y el Aliento del Gran Espíritu, en efecto ha modificado en el ojo, la característica de impresión de lo que se ve, para más y más seres humanos. Y es muy simple, de hecho: se trata de una ampliación a la vez, de la conciencia y de la capacidad del ojo de ser afectado por bandas de frecuencias que antes le eran invisibles. Lo que explica que muchos Hermanos y Hermanas vean el Sol de forma diferente, ven la Luz Adamantina y ven las formas, los contornos que no veían antes, en torno de las personas y de los objetos. Se imprimen cosas nuevas que antes no se imprimían, entonces, esta visión que se modifica y la Visión Etérica, está ligada a cambios de las aberturas que se han realizado por las nuevas frecuencias, también. Y que permiten a ciertas almas ver, por los ojos, lo que era invisible antes.
Esta Visión Etérica es una Visión con los ojos abiertos, que yo diferencio formalmente de la visión con los ojos cerrados, llamada la visión del 3er ojo (o visión astral), cualquiera que sea el grado de perfección y de visión. El ser humano, desde hace algunas generaciones manifiesta espontáneamente (mucho más que durante mi vida, o antes) la capacidad de proyectarse en ese 3er ojo y crear imágenes, visiones. Porque la época, por supuesto, mucho antes del despliegue de la Luz, ha comenzado a modificarse en sus fundamentos. La imagen, como he dicho, se ha hecho preponderante en la civilización por la aparición de las luces en los tiempos donde antes no había luz por la noche. El hombre es capaz de crear luces e imágenes independientes de los ciclos naturales. Es este elemento mayor que habéis llamado electricidad, lo que ha permitido de alguna forma, estimular la visión del 3er ojo, esas capacidades de crear las imágenes sobre la pantalla de la cabeza. Y después de eso, han podido aparecer un conjunto de enseñanzas que iban en el sentido de esta tecnología. Y han alimentado al hombre de imágenes muy diferentes de lo que los ojos podían ver, diferentes también de la Visión Etérica que está directamente ligada a la conciencia y no a la tecnología. La tecnología por lo tanto, ha hecho aparecer capacidades particulares en el ser humano que habéis denominado por cierto; visualización, 3er ojo.
Estos procesos han dado acceso todavía a más seducción y más atracción. A capacidades del alma de ver más allá de lo visible y ver pues, no lo que está subyacente y que existe en la Visión Etérica, sino ver una trama, una imagen que no existía antes (o en todo caso, que no se percibía por la humanidad). La visión astral también está en relación con la Estrella VISIÓN en la cabeza y la Puerta VISIÓN del hígado. Porque a través de estas visiones nuevas es como se han formado las seducciones y las atracciones que han hecho sumergirse al alma en más materialidad, todavía más seducción. Y que la ha alejado aun más, de la Visión del Corazón y de la Visión, que son independientes de los ojos. El ser humano ha sido atraído por todos esos principios de lo que se podía ver, para alejarse y hacer caer, de alguna forma, al alma en algo más seductor. La impresión de ver más cosas, la impresión de estar inmerso en las imágenes. Y sabéis hoy lo que esas imágenes representan, sea a través de lo que he hablado, el cine, lo que vosotros denomináis juegos de vídeo y que, finalmente os remiten a la virtualidad (aunque lo que se vea corresponda a algo que podría ser visible al ojo, para aquél que está en el entorno correspondiente, de lo que se ve).
Hay que comprender entonces, que ver en la naturaleza un árbol verde, no tiene el mismo efecto en absoluto, que ver una imagen en una pantalla del mismo árbol verde. Y pocos seres humanos son conscientes de esto, porque para ellos es el mismo árbol. Por supuesto, no se puede tocar, pero lo que se ve en los dos casos, es a priori para muchos Hermanos y Hermanas, lo mismo. Ahora, no lo es en absoluto. Porque lo que se puede ver en la naturaleza, un árbol por ejemplo, es portador de una señal que no es la misma señal que la que se ve a través de la imagen. La imagen que se reproduce (la imagen que no es el objeto real, sino la imagen del objeto) produce en el cerebro y la conciencia, todavía más atracción hacia la Ilusión y hacia lo que es falso. No puedo expresarlo con palabras que corresponden a las explicaciones reales, técnicas y científicas de este proceso, pero es totalmente correcto y totalmente real. Las imágenes que podéis ver (sea en una obra de arte en dos dimensiones, sea una imagen proyectada por vuestras pantallas), os alejan gradualmente de la Verdad y para eso han sido concebidas. Hasta un nivel en que ha habido y hay ahora, una impregnación posible, directa, de la conciencia, para alejar al humano del Corazón. Reforzando de alguna forma, lo que se llama la energía del hígado, la energía de la visión (pero no de la verdadera Visión), la energía de la atracción, del deseo, de las emociones.
Por supuesto, el humano moderno piensa que está más vivo que nosotros en nuestra época, por ejemplo, porque está sometido a más estimulación, más emoción, más comprensión. El ser humano, poco a poco en occidente, se ha alejado del efecto del objeto mirado, para reemplazarlo por una imagen del objeto que, a nivel de lo que se produce en la conciencia, no tiene nada que ver. Entonces, yo puedo perfectamente comprender que para alguien que amara ver un águila y no tiene la ocasión de verla, mirarla en una imagen es ya apasionante. Pero ver un águila en la naturaleza no es ver un águila en una imagen. Esto se manifiesta a nivel de la conciencia, del cerebro y del hígado, por un mecanismo totalmente diferente que refuerza, (ilustrando lo que acabo de decir), la posibilidad de ver astralmente, de ver lo que se llama a nivel del 3er ojo. Así, habéis visto aparecer técnicas que permiten trabajar sobre los sueños, sobre la visualización, sobre los recuerdos mismo. Todo esto no tiene más que un objetivo y uno solo: alejaros definitivamente de la Visión del Corazón y atraeros por ese símbolo del ojo, a más Ilusiones, a más virtualidad. Y para aquellos que han seguido lo que os han dicho los Ancianos, entráis y habéis entrado desde hace muchos años, en algo que es, como yo lo denominaría, lo virtual de lo virtual. Vosotros estáis (como dicen nuestros amigos y hermanos orientales) en un mundo efímero, llamado Maya (Ilusión) y en esta Ilusión, se han creado realidades virtuales, es decir otro plano que os aleja todavía más de la verdadera Vida y de la verdadera Visión.
Obviamente, la modificación de frecuencias en el ser humano que se ha producido desde hace poco menos de 30 años, ha permitido desarrollar de manera más reciente, esta Visión Etérica: es decir ver con los ojos, más allá de lo que ven los ojos. Pero no algo virtual, al contrario, algo que subyace a la Ilusión y que se sitúa ahí, por el contrario, no ya en la Ilusión (o lo virtual de la Ilusión) sino en lo real de la Verdad. Las fuerzas Etéricas que están en marcha son muy exactamente, las fuerzas que permiten la densificación de la materia y por lo tanto, tenéis acceso algunos de vosotros a esta Visión.
Después, está la posibilidad, en cuanto al acceso al Espíritu, a la Unidad, que se manifiesta por lo que vosotros conocéis como Vibraciones y entrar en la Visión del Corazón. Es lo que yo experimentaba durante mi vida. La Visión del Corazón os da el Conocimiento. No un conocimiento visual o imaginado, sino el Conocimiento real, es decir la verdadera Profundidad del alma y sobre todo del Espíritu (y no del astral o de lo Ilusorio o de un mundo emocional). La Visión del Corazón os da acceso a la Visión que no está ya limitada a un espacio, a una dirección o a un objeto, sino que penetra en lo que yo llamaré la esencia misma del mecanismo que aparece como real sobre este mundo, que es Ilusión. Es ver más allá de las apariencias, es Ver, y no solamente en una dirección sino en todas las direcciones. Y es sobre todo la posibilidad de Ver a través, de no ser frenado por la densidad de un cuerpo, de un objeto, sino ir a ver la Esencia del objeto.
Esto no tiene nada que ver con la visión astral, sino que es la Visión real, el Conocimiento directo de la Visión del Corazón. La Visión del Corazón no tiene emoción. La Visión del Corazón os muestra la Transparencia y os muestra el contenido exacto de la Luz. La Visión del Corazón no hace separación, ella concurre a manifestar y establecer la Unidad de la Conciencia. La Visión del Corazón se caracteriza por su no localización. Es panorámica total, más que la visión de un águila. Ella permite abrazar, de alguna forma, (a partir de lo que yo llamaré las emanaciones o el principio) hasta las fuerzas Etéricas y sobre todo, el contenido de Luz que existe a través de un objeto, una persona o lo que sea. Y además, en la Visión del Corazón comprendéis porque lo vivís, que no hay nada que ver, absolutamente nada, en el exterior. Porque en ese momento percibís realmente, que lo que se ve en el exterior no era más que una proyección: incluso el águila que vuela en el cielo está totalmente presente en la Conciencia Una, en la Visión del Corazón. Ya no es posible con la Visión del Corazón, considerar algo como exterior a sí. Es eso lo que da esta inmediatez, esta capacidad de no separar ya, de ser Transparente uno mismo, para ver la Transparencia. Y experimentar el Conocimiento, ese que es la Visión del Corazón y no la proyección, a través del filtro de la mente o de algo exteriorizado.
Así, la visión del Corazón hará que podáis Ver la Luz (la verdadera Luz, no la del sol alterado por la atmósfera). Ella os hará Ver el Mundo, como he dicho, las Causas. Y más allá de este Mundo, va a dar la Visión penetrante, exacta y no exterior, ya que el exterior está en vosotros y por lo tanto, en este momento, hay una capacidad total de hacer suyo lo que se ve a través de la Transparencia, de conocer, de alguna forma, los pormenores. La Luz, en este caso, (de lo que se percibe como objeto, como persona o como lo que sea), no es y una emanación exterior que aparece como lo que podríais llamar un aura (que es astral), sino en el Interior mismo del objeto, de la persona o de lo que se observa. Y vosotros sois la Luz en el Interior de esta Luz. No hay ya distancia en lo que se ve. Vosotros no ponéis ya barrera, porque ya no hay más barreras. Y la visión que era (tanto a nivel de la visión de los ojos, como de la visión astral, o ligada al 3er ojo, o al sueño) una visión de separación, se convierte en una Visión de integración y una Visión que os da el Conocimiento. Este Conocimiento no es algo intelectual, ni un conocimiento esotérico, es únicamente un conocimiento directo, por fusión de la Esencia, en sí, con todo lo que puede ser mirado u observado, en este mundo como en los otros Mundos. La visión de los ojos, la visión astral, es una proyección. Mientras que la Visión del Corazón es una introyección, es decir algo que pasa en el Interior de vosotros, donde no existe ninguna distancia. No hay pues necesidad de mirar aquí o allí, ya que todo está en el Interior y se ve en el Interior.
Este proceso, la Visión Etérica es por el momento, la Visión que se desarrolla más fácilmente. Actualmente comienza a aparecer la Visión del Corazón. Esta Visión del Corazón no es una aparición. Voy a poner un ejemplo que vais a comprender, en cualquier caso, vosotros los occidentales: una aparición (como se dice, por ejemplo, de la Virgen María) que sería percibida en el exterior no sería más que una Ilusión. La Visión del Corazón, de MARÍA, en el Interior de sí y donde la Luz está en el Interior y no ya, emanada al exterior, es la Verdad. Por lo tanto es muy sencillo a través de esto, quizá comprender y vivir que todo lo que pueda ser percibido en el exterior y sobre todo si la Luz es emanada alrededor (como se ha representado por los artistas) no es más que una Ilusión. Que no tiene más realidad que lo que os permiten ver vuestros ojos, tributarios de este mundo. La Visión del Corazón os va a dar otra cosa, porque en ese momento hay realmente, aparición en el Interior y no en el exterior. Y por lo tanto un Conocimiento directo que corresponde a lo que se ha dicho en todos los pueblos: que todo está en el Interior del Ser y no en el exterior.
Esta Reversión de la Visión, es decir de la visión de los ojos y de la visión astral, a la Visión del Corazón, es un proceso mayor en el pasaje a la Conciencia de la Unidad y al Cuerpo de Resurrección (donde en el Gran Espíritu, o en el cuerpo de Êtreté, según la denominación que queráis darle). Ese mecanismo se produce realmente y concretamente, en el Interior de sí y no en el exterior. Vosotros veis pues, por qué en lo que nuestros amigos orientales llaman la Edad Oscura, que ha comenzado a existir desde que ha comenzado lo que en occidente se ha llamado yo creo, el siglo de las luces: paradójicamente, cuando el siglo de las luces ha comenzado, entonces se ha desarrollado lo que vosotros llamáis la Edad Oscura. Ha habido necesidad de manifestar en el exterior, lo que estaba a presente en el hombre, llevándole a estar subyugado por su propia creación exterior, más que su Creación Interior. Ha habido una reversión y un conocimiento que se ha hecho exterior y no interior, pasando el filtro de los ojos, el filtro del intelecto, de la razón y alejando más y más, al humano, de su posibilidad de Conocimiento real, Interior.
Veis pues, que a través del ojo y la visión y las diferentes visiones, se juega la totalidad de los procesos de alteración y de falsificación. Es por eso que es tiempo ahora, de volver a la mirada Interior: la del Corazón, de la Visión Interior. Y quizá aceptar ya, cualquiera que sea el estado de Conciencia que hayáis manifestado hasta el momento, concebir que absolutamente todo, concreta y realmente, no puede encontrarse más que en el Interior de vosotros. Dicho en otros términos, el Gran Espíritu sois vosotros mismos. Dicho en otras palabras, todo está en el Interior y únicamente en el Interior. Esto no es una imaginación o un mecanismo mental o intelectual, sino más bien la Realidad total que os permitirá pasar de la proyección a la introyección. Mientras que exista la más mínima proyección de la visión, no puede existir introyección. Es por eso que la oración, ligarse al Gran Espíritu, se hace normalmente con los ojos cerrados. Entonces, aunque sepamos (y nosotros también lo hemos experimentado en mi pueblo) que hay una posibilidad de absorberse Interiormente en la contemplación de algo, es cuando menos, mucho más fácil haciendo cesar la visión de los ojos y también la visión astral.
La visión astral os dará una visión en que la luz está fuera del objeto (o del sujeto), que no tiene nada que ver con la Visión del Corazón, en que la luz está en el Interior del objeto o del sujeto. Es exactamente al revés, o si lo preferís un negativo, en términos de imagen. Y sobre todo, la visión exterior, la visión astral o del 3er ojo, requerirá siempre una interpretación (a través de símbolos, a través del filtro mental) mientras que la Visión del Corazón supera totalmente cualquier interpretación, porque es significante por sí misma, porque actúa directamente por el Conocimiento y por el mecanismo mismo que está en juego, sobre la comprensión directa de lo que se Ve. En un caso, en la visión de los ojos y del astral, hay atracción del pensamiento hacia el exterior e incapacidad de vivir el conocimiento, aunque pueda seducir a un número importante de seres humanos, incluso a nivel espiritual. La Verdad no estará jamás en estas proyecciones. La única Verdad está en el Interior del Corazón, en el Templo Interior, porque el total de los Universos y el total de todas las Creaciones se encuentran en el Interior. Repito una vez más, no es una imaginación o un mecanismo abstracto, sino la estricta Verdad de lo que es la Vida realmente.
Entonces, la Visión del Corazón no puede aparecer más que si el Eje ATRACCIÓN/VISIÓN se ha revertido, enderezado, si la Cruz que se ha llamado de la Redención se ha iniciado, se ha puesto en servicio de alguna forma. En ese momento, (no volveré sobre esto), partes del cuerpo se ponen a Vibrar, permitiendo primero la Visión Etérica y después, para algunos, la Visión del Corazón, donde todo está en el Interior.
Cuando os decimos (los Arcángeles, nosotros, Estrellas y los Ancianos) que estamos en vuestro Interior, no es una fantasía o una satisfacción de lo que sea: es la Verdad auténtica. Simplemente, queda hacer emerger esta Conciencia. La única forma de hacerla emerger es entrando vosotros mismos en el Interior, para verificarlo. Pero entrar en el Interior no se puede hacer mientras que exista una visión y una atracción hacia lo que sea, exterior. Esto podría llamarse una atadura, sea la que sea. Una atadura (sea que lo llamemos nuestros hijos, o lo que sea externo) nos lleva sin falta, hacia la proyección y por lo tanto, a la ausencia de interiorización o de introyección. Y esto nos aleja efectivamente, de la Conciencia del Yo, del Yo mismo. Mientras que esta Reversión última no se haya efectuado, es muy difícil vivir por sí mismo, la Verdad. No se puede más que apegarse a las palabras, pero las palabras no son la Verdad tampoco, mientras que esto no se viva con todo Conocimiento, en el Interior del Corazón. Porque en ese momento y solamente en ese momento, podéis superar la simple creencia en las palabras que dicen que todo es Interior y que este mundo es Ilusión, sino vivirlo realmente.
El despliegue de la Luz, realizado por el Ángel METATRON, el Gran Espíritu y todos aquellos que participan en la Luz, es una oportunidad mayor de dar la espalda a lo que es exterior y Ver realmente, la Verdad. Por supuesto, el Eje ATRACCIÓN/VISIÓN está profundamente ligado a la seducción y a la atadura. Como dijo uno de los Ancianos: mientras que estéis atados a lo que sea, no podéis ser Libres.
Repito una vez más y lo digo yo también, esto no quiere decir desembarazarse de todo lo que es exterior, sino verlo tal como es, realmente: no es más que una proyección. Y esta proyección pasando de lo que es Interior a exterior, se altera, alejándoos y poniendo una distancia, por ejemplo entre vosotros y el águila (o entre vosotros y el objeto, o la persona a la que amáis). De ahí resulta esta atracción hacia la necesidad de poseer, todavía más, eso a lo que estamos atados, incluso a menudo reivindicando la libertad para el otro. Los juegos de la visión que empujan siempre hacia más densidad, hacia más alienación, hacia más sufrimiento. Porque mientras que exista un objeto exterior, será siempre distante de vosotros, aunque lo alcancéis, incluso si dormís todas las noches con él. Incluso si mimáis, la mirada de vuestra atención de madre, un niño, no será nunca vosotros, mientras que sea proyectado al exterior. El cambio de mirada, es decir pasar de la mirada de los ojos y de la mirada emocional o astral, a la Mirada del Corazón, os hará vivir en ese momento, la ausencia de distancia. Haciendo que os concienciéis de que, todo lo que se ve en el exterior existe en el Interior y que únicamente en el Interior es donde no puede haber distancia y el Conocimiento es real.
Este proceso concreto, efectivamente requiere estar lúcido sobre lo que miráis en el exterior, lo que se llama incluso, el punto de vista. Y además, en el lenguaje humano, cuando se dice: “yo veo”, ocurre exactamente a la inversa: no se ve nada. Porque nada puede verse. Porque nada puede verse en el exterior y mucho menos en la mente y aun menos en lo emocional. Necesitáis entonces, hacer una Revolución de la Mirada, ir sin miedo hacia la Mirada que os Libera, hacia la Mirada de la Conciencia que es la Mirada Interior. Porque, como no hay distancia en la mirada Interior y vivís en ese momento, que todo absolutamente todo lo que se ve en el exterior, no es más que una pálida copia y una pálida imagen de lo que está en el Interior, entonces, en ese momento, vivís el Conocimiento. En ese momento no tenéis ya necesidad de proyectar la más mínima atadura hacia el exterior, ya fuese un niño, un marido o no importa qué objeto. Ya que al estar en vuestro Interior, no hay nada que proteger, no hay nada a qué atarse. Solamente hay que vivir el Conocimiento de la Visión del Corazón. De esta forma conoceréis toda la Creación. Ya no podrá existir atracción exterior, no podrá existir ya el deseo de proyección exterior, ya que el Corazón y la Visión del Corazón es la Plenitud total, ya que todo está incluido y nada está separado.
Y esto es a lo que, esta época en que estáis encarnados, os llama ahora. Ese despliegue de la Luz Vibral (que muchos de vosotros perciben en ellos o por la Visión Etérica) es, de hecho, un despliegue Interior. Lo que se despliega exteriormente es de hecho, el despliegue en el Interior de vosotros mismos y por lo tanto, un proceso que pone fin a toda distancia, a toda separación, pero también a toda atadura externa. Solo aceptando entrar en esta Profundidad (diferente de la profundidad de la atracción), es decir aceptando que el alma no se vuelva hacia los mecanismos de atracción de este mundo (y cuando digo este mundo, no hablo de la vida en este mundo, sino de este mundo), y considerar la vida no ya, bajo un mecanismo de proyección exterior, sino como un mecanismo de introyección Interior, donde no hay necesidad de manifestar la más mínima emoción, la más mínima atadura (ya que todo está en vosotros y, Libre) o el más mínimo sufrimiento. Bajo el ángulo del que os hablo, el sufrimiento no es más que el resultado de una visión exterior y de una imagen. La Ligereza, la Alegría, está directamente vinculada y en resonancia con la Visión Interior y el Conocimiento Interior. La Luz Vibral que se despliega y que os llama, es verdaderamente la ocasión última de concientizar la pocas palabras que he empleado y experimentar por vosotros mismos (mucho más allá de las palabras, porque las palabras no sirven de nada, si no van seguidas de la experiencia), de esta Visión Etérica. Y sobre todo, de esta Visión del Corazón que no conoce absolutamente los límites y las ansias de la visión exterior, cualesquiera que sean los aspectos seductores que siempre, os alejan de vosotros mismos.
Recordad también que hoy, para vosotros, si lo aceptáis, esto va a hacerse cada vez más fácil. A condición de que cese toda proyección exterior, a condición de aceptar mirar en el Interior y hacerse para eso, totalmente Transparente, a fin de ver todas las Transparencias posibles y toda la Creación, no ya como una densidad exterior proyectada, sino como una Realidad última de la Conciencia. Esa que ha recorrido hace 2000 años, los pueblos llamados hoy occidentales, se os ha dicho esto bajo diferentes formas. Se os ha contado esto con la Tentación de CRISTO en el desierto y en otras muchas ocasiones.
Recordad también que la visión de los ojos (y la visión astral) siendo por esencia, emocional va a llevaros siempre hacia una búsqueda de emoción y jamás hacia la estabilidad. Os va a llevar a juzgar. Os va a llevar a juicios de valor. Os va a llevar a distanciar y separar por el principio de me gusta/no me gusta, cosa que no puede en absoluto existir en la Visión del Corazón. La Visión exterior será por lo tanto una sucesión de deseos (satisfacciones o no), de frustraciones y de placeres, pero no será jamás la Alegría, porque por definición, no podéis mirar permanentemente, la misma cosa en el exterior que con la Mirada del Corazón y la Visión del Corazón, todo está ya en vosotros. Y esto por supuesto, cambia totalmente la conciencia, el humor y todas las manifestaciones de la conciencia, ya que en ese momento, no hay más proyección y por lo tanto, no hay ya más atadura y no hay más sufrimiento o alternancia de placer y frustración. Hay en ese momento, lo que nuestros amigos orientales han llamado la Alegría de la Unidad y otros términos.
Desarrollando lo que he desarrollado, espero haber suscitado en vosotros esta capacidad de vivir la Reversión. Entended bien que no es porque se está desapegado, que se rompen las ataduras, que te separas. Al contrario ya que, rompiendo las ataduras, no puede haber separación y todo está inscrito en el Interior de sí. Entonces, los juegos del humano en las relaciones que atan, en todo lo que se llaman los lazos que se establecen (de la carne, de sangre, afectivos también, aunque no sean de sangre), van a alejaros de esta Visión del Corazón. Pero recordad que no es alejándoos vosotros mismos, de todo lo que os parece proyectado al exterior y de esas ataduras, como vais a transcender y superarlo. Solamente si aceptáis Verlo con el Corazón, en el Interior de vosotros mismos, en ese momento las ataduras se Liberan, no antes. Por supuesto, vuestros allegados que no están en la misma dinámica, van a hacer lo posible, todo lo que está en su poder, para haceros persistir en esta visión que ellos conocen más que en la Visión que no conocen y que para ellos es una ilusión. Es una paradoja total. Ellos están en la Ilusión y en la proyección, están en la imagen, y creen que lo que vivís, en el Corazón, en la Visión del Corazón, no existe. Y ciertamente, para ellos, no existe. Si llegáis a superar esta atracción de vuestros allegados que quieren manteneros en el sufrimiento y en la sucesión de los placeres y desplaceres, en ese momento viviréis la Alegría, cualquiera que sea ese exterior, porque en ese momento, estaréis ligados y Libres, pero en absoluto en la atadura del sufrimiento.
La Visión Etérica es un primer paso, mostrando y demostrando que las frecuencias a las que la Conciencia es sensible, y el ojo es sensible, no son ya las mismas. Todos los seres Despiertos no tienen la misma capacidad de Visión Etérica por el momento, pero vosotros tenéis todos, la capacidad de Visión del Corazón. Y esta Visión del Corazón solo puede hacerse si hay silencio de las imágenes, el silencio de las miradas, si vosotros aceptáis realmente, Veros (y no la apariencia en una proyección de una imagen exterior).
Recordad que si entráis en la Visión del Corazón, ciertamente (esto os lo hemos dicho), la Alegría en ese momento va a aparecer y estallar. No podréis ya, y cada vez menos, manifestar emociones que puedan alterar vuestro estado, ya que estáis en el Interior de vosotros. Vosotros ya no estáis en una proyección, sea la que sea, no estáis ya en un deseo o en una imaginación, sino que estáis en la Verdad. El humor, el sentimiento y la impresión de vosotros mismos no pueden equivocaros. Porque en un caso, mientras que la conciencia esté vuelta hacia el exterior, los azares de la vida (todos sin excepción) son fluctuaciones. Mientras que cuando estáis vueltos, real y concretamente, hacia la Visión del Corazón, sois el Conocimiento, la Plenitud y la totalidad. ¿Cómo podría existir en esto, el mínimo miedo, la mínima atadura, el mínimo sufrimiento? No es posible confundirlo, ya que los dos estados son totalmente opuestos. Las consecuencias sobre la vida misma, son totalmente opuestas.
Recordad que el despliegue de la Luz de ahora en adelante, tiene por vocación favorecer este despliegue, en el Interior de vosotros mismos, el reencuentro con el Gran Espíritu, la Luz Blanca. Pero vosotros decidís, con todo conocimiento de causa, lo que queréis. No con un deseo o una voluntad, sino con el establecimiento real de vuestra Conciencia. Porque sea lo que digáis o deseéis, ella está establecida fuera, o está establecida dentro.
Hermanos y Hermanas, esto es lo que tenía que precisar sobre estos mecanismos de la visión del ojo, la visión astral, Visión Etérica y sobre todo la Visión del Corazón. En la palabra visión, no veáis proyección. En la palabra visión, ved Verdad. Esto se ha hecho tan corriente en este mundo que se habla de punto de vista, pero también a nivel espiritual, se habla de visión. ¿Qué es una visión? Es siempre una proyección al exterior. La única Visión verdadera es la Visión de la Transparencia del Corazón en la que todo está Presente, contrariamente a una visión. Recordad también que la Luz, la Verdad, están en el Interior. Mientras que en la Ilusión, la imagen es proyectada y la luz está en el exterior del objeto, del sujeto o de lo que se mira.
Voy por lo tanto a detener mis palabras y os propongo vivir un momento de bendición y de comunión, todos juntos. En nuestro Corazón, los ojos cerrados, sin ninguna imagen, sin ningún deseo de imagen, centrados en el Corazón y la Transparencia. Os digo hasta pronto de esta forma. Que el Gran Espíritu os acompañe.