“Se les llamaba índigo porque en su aura predomina el color azul índigo, el color de la intuición y la espiritualidad.
Después de la Segunda Guerra Mundial empezaron a nacer índigos, aumentó su número en los años 70 y se hizo un fenómeno más masivo en los años 80”.
Pues bien, a estas alturas muchos de los pequeños ya se instalaron en la vida adulta, la mayoría sin siquiera saber si pertenecen a este grupo.
“Su tarea es encontrar su particular visión de la vida, haciendo uso de todos los talentos que tienen y de su nivel de conciencia, para ser un aporte a la evolución planetaria”. El adulto índigo se caracteriza por:
No encaja: Es una persona muy sensible, creativa, disfruta haciendo cosas, tienen profunda empatía por otros, pero también intolerancia ante las tonterías. Se siente diferente a la masa, no encaja, le cuesta adaptarse, es modelo para otros. Se resiste ante la autoridad y el sistema laboral jerárquico, prefiere el cooperativismo o trabajar solo.
Ha tenido experiencias psíquicas: Premoniciones, ver ángeles o Seres de Luz, energía a su alrededor, experiencias fuera del cuerpo, escuchar voces. Al poder conectar con otras dimensiones, pueden ver el aura, percibir la energía de personas y lugares, soñar o saber cosas que ocurrirán en el futuro, adivinar el pensamiento, ver elementales, ángeles, etcétera.
Ligados a lo espiritual: Busca el significado de la vida y la comprensión del mundo a través de la espiritualidad, grupos y libros de autoayuda.
Quieren mejorar el mundo: Sienten deseos de hacer cosas para cambiar y mejorar el mundo, pero puede tener problemas para identificar cuáles, ya que muchos son los campos en los que se sienten atraídos.
Tiene problemas con los sistemas: político, educativo, médico y legal. Tienen una clara conciencia de sí mismos, es perceptivo e intuitivo, trae una sabiduría innata, desarrolla el pensamiento abstracto desde pequeño, es talentoso, soñador y visionario.
Creativo: Aprende de manera reflexiva y no repetitiva cosas diferentes, pero cuando tiene suficiente conocimiento, los dejan por aburrimiento, en cuanto descifran algo, ya no les interesa y pasan a otra cosa.
No comulga con el sistema: tienen dificultades con la disciplina y la autoridad, no responden a mecanismos de culpa, quieren buenas razones. Hipersensibles, poseen una gran sensibilidad por la naturaleza y mucha conexión espiritual.
No a la mentira: Le desagrada la mentira y la falsedad, tienen un desarrollado sentido de justicia, son sanadores, se conectan con otras dimensiones, pudiendo ser videntes o percibir una realidad que otros no ven.
Son inteligentes, aunque tal vez no hayan tenido las mejores notas. Siempre necesitan saber por qué; especialmente, por qué se les está pidiendo que hagan algo. Les disgusta el trabajo repetitivo y obligatorio de la escuela. Eran rebeldes en la escuela en cuanto a que rechazaban la autoridad de maestros.
Es posible que hayan experimentado depresión existencial temprana y sentimientos de impotencia. Pueden haber pasado de la tristeza a la depresión por etapas.
Sensibles en lo emocional: O pueden ser lo opuesto y no mostrar ninguna expresión de emoción, esta es una forma de protegerse para no sufrir.
Sienten frustración o rechazo hacia el tradicional “sueño americano”: trabajar 8 horas, matrimonio, 2,5 hijos, casa propia, coche, vacaciones. Seguramente en su familia apenas han tenido un modelo índigo o han vivido situaciones atípicas en familias desestructuradas.
Pueden ser sensibles a la electricidad: relojes que no funcionan o lámparas que se apagan cuando caminan por debajo de ellas, equipos eléctricos que funcionan mal o se queman.
Esther Morales León.
http://semillassolares.blogspot.com.es/2014/07/caracteristicas-de-los-adultos-indigo.html
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